El Parlamento Europeo, votando el pasado miércoles, 22 de junio, en sesión plenaria, ha aprobado la ampliación del Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (ETS II) al transporte por carretera y los edificios.
Como ha señalado IRU en repetidas ocasiones, la Comisión Medioambiental del Parlamento (ENVI) había presentado un ETS II poco práctico, que no se ajustaba a su propósito.
“Nos sorprende ver que, a pesar del enfoque constructivo de la industria, la propuesta poco práctica y hostil de ENVI sobre ETS II finalmente convenció al Parlamento Europeo de ir en contra del sector del transporte comercial por carretera”, señala Raluca Marian, delegada general de IRU ante la Unión Europea.
“El sector del transporte por carretera está preocupado por el riesgo muy real de un aumento de la base de costes, sin retorno y sin ninguna posibilidad realista de cambiar a vehículos de cero emisiones en el corto plazo”.
IRU insta a una introducción gradual del ETS, alineado con la tecnología y los desarrollos de infraestructura de carga; la evitación de múltiples impuestos/cobros por emisiones de CO2; la reinversión de los ingresos obtenidos del ETS por carretera en el sector del transporte por carretera para ayudarlo a descarbonizarse; y la inclusión de usuarios los privados y comerciales de la carretera.
La reciente atenuación de las ambiciones de la UE en el despliegue de la infraestructura de combustibles alternativos por parte del Consejo Europeo es una señal clara de que el cambio a vehículos pesados de cero emisiones no es una prioridad para los Estados miembros de la UE. Por lo tanto, la inclusión del transporte por carretera en el ETS supondrá un recargo, sin que sirva como incentivo para la descarbonización de los operadores de transporte, siempre que las alternativas de cero emisiones no estén suficientemente disponibles.
Si no se cumple la condición básica para el cambio a dichos vehículos, la disponibilidad de una infraestructura de carga/repostaje, la UE no tiene justificación para un aumento inmediato de los impuestos y cargos sobre las emisiones de CO2 de los servicios comerciales de transporte por carretera. IRU enfatiza la necesidad de una fiscalidad inteligente que incentive a los operadores de transporte por carretera a descarbonizarse, no un sistema que los penalice.
“Si la opinión del Parlamento convence al Consejo, prevemos un impacto dramático en la industria, en el transporte por carretera en general, y un gran revés para la descarbonización”, añade Raluca Marian.
“Esta es una mala decisión en muchos niveles: habrá impracticabilidad cuando se trata de distinguir entre vehículos privados y de uso comercial; el transporte público se encarecerá, lo que aumentará el uso de automóviles privados y las emisiones de CO2; y los ingresos del ETS de los servicios comerciales de transporte por carretera serán insuficientes para financiar las inversiones necesarias para los objetivos establecidos en el plan RePowerEU y para financiar el Fondo Social para el Clima”.
Por estas razones, IRU pide al Consejo que adopte un enfoque pragmático que incluya a todos los usuarios de la carretera y opte por una extensión gradual del ETS al transporte por carretera, en consonancia con el despliegue de la infraestructura de combustibles alternativos en toda la UE.