La semana pasada, el Banco de España presentó su último Informe de Estabilidad Financiera (otoño de 2021), revelando que, a pesar de que la situación macrofinanciera de la economía española ha continuado mejorando en los últimos seis meses, hay que seguir manteniendo una vigilancia estrecha del sistema financiero ya que las vulnerabilidades se mantienen elevadas, y existen riesgos que pueden dificultar el proceso de normalización económica y financiera.
Como la primera de las principales vulnerabilidades de la economía y del sistema financiero español, el Banco de España destaca la debilidad de la situación financiera de ciertos segmentos de empresas y hogares.
La mayoría de sectores de actividad empresarial han recuperado al final del primer semestre de 2021 sus niveles de facturación previos a la crisis (véase Gráfico 1). Esto ha permitido la recuperación de la rentabilidad, al tiempo que las favorables condiciones de financiación moderaban los riesgos de liquidez y las ratios medias de endeudamiento y carga financiera disminuían.
Sin embargo, la recuperación es todavía incompleta en los sectores más afectados -hostelería, transporte, fabricación de automóviles…-, que han acumulado los mayores incrementos de deuda bancaria (véase Gráfico 2), y también del crédito dudoso.
Estos sectores concentran asimismo los mayores deterioros latentes de la cartera de préstamos bancarios. Por el momento, parecen haberse evitado escenarios de aumentos significativos de las quiebras empresariales, pero no debe olvidarse que los apoyos de las medidas extraordinarias todavía son muy importantes.
Con respecto al sector de hogares, se consolidan las tendencias agregadas de recuperación de renta y empleo, cercano este último a niveles pre-crisis, y de incremento del ahorro. Sin embargo, los hogares más vinculados al empleo en sectores más afectados por la crisis sanitaria y aquellos de menor renta, se han beneficiado en menor medida de la recuperación y son más vulnerables, observándose también un comportamiento diferenciado en términos de sus decisiones de endeudamiento. Una recuperación de la actividad más lenta de lo esperado o el aumento de los costes de financiación podrían dar lugar a incrementos significativos del crédito dudoso en estos segmentos de hogares y empresas más vulnerables.
Además, el Banco de España añade como principales vulnerabilidades el incremento del endeudamiento de las Administraciones Públicas y la debilidad de la rentabilidad de los intermediarios financieros. Y, entre los principales riesgos para la estabilidad financiera, destaca el posible deterioro de las condiciones de financiación y la corrección de las valoraciones de los activos financieros, junto con los riesgos a la baja sobre el crecimiento económico, que siguen estando presentes, aunque el escenario central es más favorable que en trimestres anteriores.
Se puede acceder al Informe completo aquí: Informe de Estabilidad Financiera (otoño de 2021).