

Comparativa intermodal de tarifas en el transporte de viajeros
Este informe recoge una comparativa de precios de diversos itinerarios en los que existe competencia entre el autobús, el ferrocarril (AVE o tren de larga distancia) y, en algunos casos, el avión. Si se tiene en cuenta que el tren es un modo de transporte más rápido que el autobús, puede inferirse que siempre que los individuos valoren el ahorro de tiempo, y las tarifas e itinerarios sean similares, preferirán utilizar el tren en detrimento del autobús para desplazamientos origen-destino idénticos y directos (sin paradas intermedias), dejando al margen otro tipo de consideraciones sobre las prestaciones que ofrecen otros servicios y el sobrecoste que supone la subvención del ferrocarril para la hacienda pública. Este hecho explica por qué algunos colectivos como los viajeros jóvenes o los que pertenecen a la tercera edad, tradicionalmente usuarios de los autobuses de larga distancia, sustituyan un medio por otro ante una variación tan acusada de las tarifas. En efecto, como podrá apreciarse a continuación, en muchos corredores e itinerarios se observa que los precios del servicio llegan a ser incluso más bajos para el tren que para el autobús, lo cual no puede explicarse –en ausencia de las subvenciones encubiertas a las que nos estamos refiriendo– por razones de coste operativo y menos aún si en este coste se imputasen los costes asociados a la infraestructura y el material rodante en cada modo (correspondiéndole al autobús la cuota parte del uso de las carreteras y autovías).
Por otra parte, el transporte de viajeros en autobús no es el único medio de transporte que ve peligrar su actividad. El transporte aéreo interregional en España también es susceptible, cuando no más, de sufrir las consecuencias de la arbitrariedad de la fijación de tarifas del operador ferroviario.