El Consejo de Ministros presentó, el pasado viernes 22 de febrero, el Marco Estratégico de Energía y Clima, que incluye el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) enviado a la Comisión Europea, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, y la Estrategia de Transición Justa.
La ministra de Educación y Formación Profesional y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, avanzó que “los objetivos para el periodo 2020-2030 son claros: reducir las emisiones contaminantes y lograr para nuestro país una mayor eficiencia energética”, acordes con los compromisos en la materia asumidos por la Unión Europea.
Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmó que la propuesta del Gobierno es ambiciosa, equilibrada, modernizadora, solidaria y plenamente factible. Está en la línea de la Agenda 2030 y cumple el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Ribera explicó que el Ejecutivo ha elaborado este marco estratégico con la plena integración de todos los departamentos ministeriales: “La propuesta que se hace es sólida, transversal y maximizando las sinergias en materia de clima”.
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030
Además, Teresa Ribera destacó que el Gobierno ha enviado a la Comisión Europea el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, que sienta las bases para la modernización de la economía española, el posicionamiento de liderazgo de España en las energías renovables, el desarrollo del medio rural, la mejora de la salud de las personas, el medio ambiente y la justicia social.
El documento plantea una reducción de entre el 20% y el 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al nivel de 1990. Contempla alcanzar, en el año 2030, un 42% del consumo de energías renovables sobre el uso de energía final. En el caso de generación eléctrica, el porcentaje de renovables sería del 74%. La eficiencia energética del país mejoraría en 2030 un 39,6%.
Estos datos, según ha apuntado la ministra, permitirán que “podamos avanzar en el objetivo final para el año 2050, consistente en un sistema eléctrico cien por cien renovable y neutro en emisiones de gases de efecto invernadero para el conjunto de la economía”.
Anteproyecto de Ley de Cambio Climático
El Ejecutivo analizó también el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE), que contempla la descarbonización de la economía española para 2050 y da un impulso decidido a las energías renovables.
La ministra argumentó que la norma generará confianza tanto en los ciudadanos como en los operadores económicos. Además, apuesta por la movilidad sostenible y prevé movilizar recursos con el fin de incentivar una economía baja en carbono y resiliente al cambio climático.
Estrategia de Transición Justa
Además, Teresa Ribera indicó que la Estrategia de Transición Justa será el marco de actuación para optimizar las oportunidades de la transición ecológica para generar más y mejores empleos.
Incluye los instrumentos necesarios para optimizar las oportunidades de empleo de la transición energética a través de marcos de formación profesional, políticas activas, medidas de apoyo y acompañamiento -con especial atención a sectores estratégicos-, y planes de reactivación de los territorios que afectados por este proceso de transición.
Además, recoge instrumentos para reducir la desigualdad y apoyar a los consumidores, en particular los más vulnerables.
Efectos macroeconómicos del Marco Estratégico de Energía y Clima
La ministra explicó que el Marco Estratégico de Energía y Clima movilizará 230.000 M€ a lo largo de la próxima década procedentes de la inversión privada, pública y mixta. Además, permitirá que España reduzca un 15% su dependencia energética, pasando del 74% actual al 59%. Esta reducción, precisó, permitirá que “la balanza comercial ahorre más de 75.000 M€ entre los años 2020 y 2030”.
Teresa Ribera pronosticó que el Producto Interior Bruto (PIB) aumentará entre 19.300 y 25.100 M€ entre los años 2021 y 2030, un 1,8% en 2030 respecto a un escenario sin plan. Esto tendrá un efecto positivo en el empleo, ya que se generarán entre 250.000 y 350.000 puestos de trabajo en la próxima década, sobre todo en la industria manufacturera y la construcción.
Asimismo, la ministra resaltó que las medidas planteadas tendrán una incidencia muy favorable en la salud de los ciudadanos. Se estima que las iniciativas recogidas en este marco “permitirán reducir en torno a un 25% el número de muertes prematuras causadas por la contaminación atmosférica”, señaló.
Ribera ha incidido en que estas decisiones tendrán un efecto positivo sobre los colectivos más vulnerables. Como ejemplo, ha apuntado que supondrían una reducción del 12% en la factura de la luz, antes de impuestos, para el año 2030.
Impulso a la Agenda Urbana
Por otro lado, el Consejo de Ministros también analizó la Agenda Urbana, un documento estratégico, sin carácter normativo, que se alinea con los compromisos internacionales asumidos por España a través de la Agenda 2030, la nueva Agenda Urbana de las Naciones Unidas y con la Agenda Urbana para la Unión Europea.
El documento refleja el compromiso del Gobierno para lograr un desarrollo urbano equitativo, justo y sostenible, que tenga en cuenta a todos los pueblos y ciudades de España. Entre sus diez objetivos estratégicos figuran hacer un uso racional del suelo, evitar la dispersión urbana, garantizar el acceso a la vivienda, reducir los impactos del cambio climático y favorecer una movilidad más sostenible en las ciudades, destacó Celaá.