El pasado lunes, 3 de diciembre, tuvo lugar en Bruselas el Consejo de Transportes de la UE, donde algunas de las iniciativas del Paquete Movilidad I coparon gran parte de la reunión. Los ministros de transporte de los Estados miembros de la UE lograron cerrar un acuerdo de orientación general sobre las propuestas relativas al acceso a la profesión de transportista y a los mercados de mercancías, así como a los aspectos sociales del sector del transporte por carretera (cabotaje, desplazamiento, tiempos de conducción y períodos de descanso). A pesar de que ocho países votaron en contra (mayoritariamente del Este de Europa), la mayor parte de los Estados miembros apoyó las propuestas de la Presidencia austriaca del Consejo. La comisaria de Transporte, Violeta Bulc, calificó el acuerdo como “una gran noticia para los conductores y operadores de transporte por carretera”, e instó al Parlamento Europeo a avanzar rápidamente en la aprobación.
Dichas propuestas comprenden nuevas normas sobre periodos de conducción y descanso de los conductores, el posicionamiento mediante tacógrafos, el desplazamiento de los conductores a otros Estados miembros, el cabotaje y el establecimiento de los transportistas por carretera. La reforma normativa está diseñada para garantizar un equilibrio entre las condiciones de trabajo adecuadas para los conductores y la libertad de proporcionar servicios transfronterizos para los operadores. También se espera que proporcione claridad al sector y ponga fin a las interpretaciones nacionales divergentes de las normas.
Entre otros aspectos, el Consejo (países de la UE) acordó que todos los vehículos que lleven a cabo operaciones de transporte internacional deberán ir equipados para finales de 2024 con tacógrafos inteligentes que registrarán de manera automática cuándo y dónde los vehículos han cruzado una frontera.
Sobre las operaciones de cabotaje, los ministros acordaron mantener la regla que permite un máximo de tres operaciones en siete días. Para impedir las operaciones de cabotaje sistemáticas, se introducirá un periodo de cinco días antes de poder llevar a cabo nuevas operaciones de ese tipo en el mismo país y con el mismo vehículo.
La reforma también aclara cómo los conductores se beneficiarán del principio de mismo salario por el trabajo en un mismo sitio. La regla general sería que, si una operación se organiza de tal manera que el vínculo entre el trabajo del conductor y el país del establecimiento permanece intacto, el conductor sería excluido de las reglas sobre los trabajadores desplazados. Esto significa que las operaciones de transporte bilateral son excluidas explícitamente. Para todos los demás tipos de operaciones, incluido el cabotaje, las normas para los trabajadores desplazados se aplicaría desde el primer día de la operación.
Según el Consejo de la UE, los transportistas deberán organizar los horarios de trabajo de los conductores para que puedan regresar a sus hogares al menos cada cuatro semanas o, si el conductor decide tomar dos descansos semanales reducidos, después de tres semanas de trabajo.
En cuanto a la posición española, el Ministerio de Fomento no ha apoyado las limitaciones al cabotaje propuestas por la presidencia austríaca, ya que estas limitarían las posibilidades de cabotaje que hacen las empresas que cumplen las normas y, al mismo tiempo, obligaría a hacer más kilómetros en vacío a los transportistas.
Tras este enfoque general, el Consejo deberá negociar con el Parlamento Europeo para la aprobación definitiva de estas normas. La Eurocámara aún sigue dividida en estas iniciativas del I Paquete de Movilidad, que fueron rechazadas por el Pleno del Parlamento en el mes de julio y cuyo futuro se está decidiendo en estos días en la comisión de transportes y turismo del Parlamento. Sin embargo, los Eurodiputados se muestran confiados en poder alcanzar un acuerdo antes del fin de la legislatura en mayo de 2019.
Otras iniciativas del Paquete I a destacar son la revisión de la Euroviñeta y la propuesta para la interoperabilidad del sistema de telepeaje europeo. Sobre la propuesta de revisión de la Euroviñeta, que la Comisión pretendía que abarcase a autobuses, el Parlamento tiene desde junio un mandato para negociar un texto consensuado con el Consejo. En cuanto al sistema de telepeaje europeo, las negociaciones entre las dos instituciones (Consejo y Parlamento) culminaron en un texto provisional que aún debe ser refrendado por cada una de ellas por separado.