Cerca de 250.000 viajes que en la actualidad se realizan en coche o en moto en la zona central de Asturias podrían hacerse en autobús. El 40 por ciento de los viajes en coche en esa misma área de la región son de menos de 10 minutos y la mayoría de ellos podrían realizarse a pie o en bicicleta. Hay deficientes conexiones entre los autobuses urbanos e interurbanos y existen carencias en la señalización y dificultad para establecer las paradas que prefiere el cliente. Son las tres principales conclusiones del estudio encargado por el Gobierno regional a una empresa especializada para elaborar el denominado Plan para la Movilidad Multimodal en el Área Metropolitana del Principado de Asturias (2018-2030).
Esos tres son algunos de los retos a los que deben enfrentarse los municipios de la zona central de Asturias y el Gobierno autonómico, cuyos representantes se reunieron la semana pasada en Oviedo con la idea de impulsar el proyecto metropolitano. No estuvieron solos: se ha incorporado a las reuniones el Estado, con tres representantes del Ministerio de Fomento, tal y como había solicitado el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra.
El diagnóstico recogido en el estudio se basa en más de 31.000 entrevistas a otras tantas personas y destaca que en la zona central de Asturias se registra una media de 820.000 desplazamientos al día, la mayoría de lunes a viernes, por las tardes, por lo que se apunta la conveniencia de adaptar el transporte público a esta demanda. El autobús cubre con 208 líneas el 30 por ciento del territorio central y da servicio a 700.000 personas, mientras que el tren cubre el 8 por ciento del territorio y da servicio a 186.000 habitantes.
Problemas a solucionar: la complementariedad entre los servicios urbano e interurbano en autobús, entre las líneas de Renfe y Feve y entre los autobuses y los trenes. Más: hace falta una red interurbana segura para bicicletas, pues se registran 390.000 desplazamientos al día en ese medio de locomoción. Cultivar la cultura de caminar es otro de los objetivos señalados en el informe, que revela que uno de los principales centros de atracción de movimientos es el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que genera uno 35.000 viajes cada día.
De no actuar, lo más probable es que sigan incrementándose los movimientos en coche, quedando el transporte público con uso minoritario. Todo ello a pesar de que las encuestas sugieren que “unos 244.500 viajes que actualmente se realizan en coche o moto podrían traspasarse al autobús con medidas 'push & pull'”, concluye el estudio. Este anglicismo sugiere cambios en la gestión que estimulen al transporte público y penalicen al coche. “No es un plan antinada, pero el transporte colectivo tiene que ganar la batalla al individual”, refrendó Lastra.
Ese «traspaso directo» de viajeros al autobús lo ve factible el consultor porque quienes dicen que con alguna mejora cambiarán su forma de viajar son asturianos que ya tienen autobuses en la zona. Se trataría pues de lograr que fuera más competitivo. Hay otros 103.000 viajeros diarios que también prefieren el autobús, pero aducen no encontrarlo en su zona de origen o destino.
Además de mejoras en la señalización, y cambios de paradas, el estudio identifica dieciocho itinerarios a potenciar, donde el autobús debería tener mayor prioridad. También se analizaron el HUCA, el campus de Gijón, la ría avilesina y otros quince enclaves que por sus características concentran gran parte de los movimientos. Para cada uno ofrece alternativas. En el polígono del Espíritu Santo por ejemplo resulta que más del 50% de quienes llegan podrían hacerlo a pie, por lo que “probablemente una restricción del aparcamiento motivaría ese cambio de modo”.
No es un caso único. “El 40% de los viajes en coche son de menos de diez minutos; la mayoría de ellos podrían realizarse a pie o en bicicleta”, indica el informe. Para ello pide potenciar las rutas específicas para ciclistas.
La inversión en las últimas décadas ha desembocado en una red viaria que permite circular con fluidez, salvo en tramos concretos. El mayor nivel de saturación lo encuentran en el tramo Oviedo-Lugones de la 'Y', además de en una de las arterias de Gijón. congestiones que perjudican al autobús “en momentos puntuales”. Para el consultor, las 208 líneas de transporte público por carretera se ajustan bien a la demanda y ofrecen trayectos competitivos entre las principales ciudades. Por contra, falta coordinar el bus urbano y el regional, y no hay intermodalidad entre los ferrocarriles de Renfe y Feve.
La empresa que elaboró el informe se reunió además, por separado, con representantes de los ayuntamientos de Oviedo y Gijón, para ir perfilando el documento final. En los próximos días lo hará con dirigentes de otros concejos.